Adolfo Martínez Alcalá (Audio)

Nació en Barcelona el 2 de agosto de 1927, pero a la tierna edad de año y medio es traído a Caracas, razón por la que siempre se consideró “un caraqueño reencauchado”. Ya desde muy corta edad comienza a desarrollar una incipiente atención por el mundo de la radio, por lo que poco después de obtener su título de bachiller se decide a optar por el certificado de locución, a pesar de que su gran sueño era destacar como locutor deportivo y como actor.
Tiene 21 años cuando lo logra y a partir de ese mismo instante ingresa a Radiodifusora Venezuela, emisora en la que en el programa “El Ruiseñor de Oriente” de Luis López hacía los comentarios y animaba. De allí pasa al programa “Los Platillos Voladores del Morrocoy Azul”, también en calidad de animador y a partir de ese momento inicia una relación con el medio, la cual -como veremos más adelante- solo terminaría con su desaparición física.
Don Adolfo siempre manifestó que su principal influencia vino de la mano de Héctor Hernández Vera, su verdadero maestro. Ya había probado suerte en la actuación gracias a Pedrito Zarlengo, quien a través de Radio Tropical le dio la oportunidad de trabajar en la novela “El Cristo de Bronce”. Pero es en Radio Caracas en donde es llamado por Hernández Vera, junto a Rafael Cabrera y Enrique Failacce para trabajar en el espacio “La Novela del Aire". Allí, en la obra “Cristina”, interpretando el papel del Indio Higinio comienza a ganar nombre.
Como dato curioso, vale la pena acotar que –en palabras del propio Don Adolfo- al principio sus personajes eran un pozo de bondad, pero el propio Héctor se dio cuenta de que su voz se prestaba más a la maldad y es así como poco a poco se fue convirtiendo en un villano de amplia aceptación por los seguidores del género.
Radio Continente también lo tendría en sus filas como jefe de Producción y como actor, con un gran éxito en el papel del chofer Ismael en la novela “Cuando los hombres son bestias”. Pero una mala jugada de un “amigo” hace que sea despedido de esa emisora. Sin embargo, ya su gran capacidad profesional estaba demostrada y es así como es llamado nada menos que por La Voz de los Estados Unidos de América como productor y narrador, en el año 1962.  Allí permanece varios años destacando en la transmisión de eventos espaciales, hasta que un comentario del entonces presidente Richard Nixon lo molesta a tal grado que decide dejar la emisora.

Todos los canales de televisión existentes para la época llegaron a contar con sus servicios. Participó en la inauguración de Televisa (hoy Venevisión) con la novela “La Cruz del Diablo”; en la Televisora Nacional, canal 5, con “Antología del Suspenso” (programa del que se sentía especialmente orgulloso) y en Cadena Venezolana de Televisión CVTV, canal 8, con “Conflictos”.
A raíz de su salida de Radio Continente es llamado en 1969 por una emisora que entonces iniciaba sus actividades: Radio Capital. Allí entra como narrador de noticias, pero ya en 1971, ante la renuncia del Jefe del Departamento, Arístides Borrego, es nombrado encargado del mismo. De su permanencia en esa actividad específica se recuerda su sobriedad a la hora de narrar y su económica “Media Cuartilla Editorial”, en donde de forma escueta, pero concisa denunciaba cualquier situación irregular que se viviera en el país, a la vez que fustigaba fuertemente a los responsables.
Pero no solo destacó en el área noticiosa en Radio Capital, en 1972 inicia uno de los programas costumbristas de mayor peso en la radio venezolana: “Esta Tierra Mía” y un tiempo más adelante, en compañía de Napoleón Bravo crea “Dos Generaciones”, un espacio radial que nuestro personaje siempre consideró “el primer programa radial eminentemente participativo”.
Curiosamente, en el programa venezolanista cada día 27 de noviembre dedicaba su programa a un curioso brujo. Y en una entrevista que tuvimos la oportunidad de hacerle nos confesó que ese brujo había sido su propio padre quien le dejó valiosas enseñanzas en la vida, la gran mayoría muy alejadas de esas artes.

Hace unos cuantos años Don Adolfo sufrió un terrible accidente cardiovascular que por poco cobra su vida en esa oportunidad. Pero, en base a una voluntad férrea logra recuperar -aunque nunca de forma total- el dominio sobre algunas de sus funciones.
El 29 de diciembre del 2005, como todos los días, acudió al cumplimiento de sus obligaciones. Ya había grabado su Media Cuartilla cuando regresó a su oficina, en donde, a las 12:40 pm, un infarto acabó con su vida en forma casi fulminante.
Murió de la forma que siempre había manifestado desear. En la oficina que durante más de treinta años se había convertido en parte fundamental de su vida.  Por una serie de trámites que hoy lucen absurdos  su cuerpo solo pudo ser retirado pasadas las once de la noche del mismo día. Y el comentario de todos los que trabajamos con él fue que parecía no querer dejar esas instalaciones en donde dejó buena parte de su existencia.
Fuente: magazine.com.ve


Presentación y despedida de "Esta tierra mía"

Comentarios

  1. EL MEJOR PROGRAMA RADIAL QUE HE ESCUCHADO.. YO TENIA COMO 12 AÑOS CUANDO LO ESCUCHE POR PRIMERA VEZ Y ME ENCANTO DE AHI QUE TODOS LOS DOMINGOS MI MAMA QEPD LO ESCUCHABA... HERMOSISIMO PROGRAMA MUY JOCOSO.. DIVERTIDO..LA HISTORIAS Y ANECDOTAS DE LA CARACAS DE TECHOS ROJOS... BIEN BUENO QUE LES QUEDO EL LEMA.."TRAYENDO EL RECUERDO DE AYER, HACIENDO RECUERDOS PARA MAÑANA" EXCELENTE PROGRAMA.. MAGNIFICO LOCUTOS.. DON ADOLFO MARTINEZ ALCALA QEPD

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  2. Todos los domingos escuchaba su programa "asi es mi tierra" con su forma caracteristica de narrar, que buen trabajo

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